Saturday, June 20, 2009

Guanajuato—La Ciudad de Las Ranas

Después de perder soldados en la guerra contra el agotamiento, el resto de nosotros fuimos a Guanajuato para tener un día cultural y fabuloso. En la mañana el doctor vino a ver lo que parecía un infinito número de pacientes para dar sus consejos y decirles como ellos podrían mejorarse. Nosotros, Marcos e Iván, éramos unos entre muchos de los estóicos. Después de que todos los enfermos habían tenido una oportunidad de hablar con el doctor, decidimos dejar los que no tenían ganas de venir.

El resto de nosotros partimos para Guanajuato. En el autobús nuestro guía turística, Arturo, nos informó sobre la historia de San Miguel de Allende y Guanajuato. La vuelta de coche tomó casi una hora y media, pero las historias que Arturo nos contó nos ayudó a pasar el tiempo. Cuando llegamos, la primera cosa que notamos era que había muchos más coches en Guanajuato que en San Miguel. Primero, caminamos por el mercado y vimos muchas frutas deliciosas. Luego algunos de nosotros necesitábamos ir al baño y entonces paramos en el más cercano. El baño tenía condiciones terribles y tenías que pagar tres pesos para entrar. Después de mucho Purell, continuamos por la ciudad. Vimos muchos edificios interesantes como la esquina donde los españoles colgaron la cabeza de Ignacio Allende. Caminamos por muchas plazas bellas, callejones angostos y mucho más. Fuimos al Museo del Pueblo de Guanajuato. También pasamos por la casa de Diego Rivera, un pintor famoso de México. Nuestros estómagos estaban gruñendo y por eso paramos para comer un almuerzo increíble. Los baños del restaurante eran muy modernos que la Señora Carbonaro dijo,”Era la diferencia de día y noche entre estos y los primeros baños.” Cuando estábamos llenos salimos para ir de compras y comprar unos recuerdos pequeños. Subimos a una mina de Guanajuato donde compramos unas rocas muy alucinantes de minerales naturales. La mina era más de mil pies de profundidad e Iván casi se cayó, pero Marcos lo salvó. (¡Es una broma!)Encima de la montaña había una vista hermosa donde podíamos ver colores diferentes de cada casa de la ciudad. Un poco adoloridos y cansados empezamos nuestro viaje para la casa. Cuando llegamos, saludamos a nuestros amigos débiles. Mientras cenamos, un pájaro pequeño (colibrí) se metió en la araña de luces y teníamos que salvarlo con una escalera.

Nos bañamos para relajarnos y terminamos el día con un poco de La Autobiografía de Malcolm X. Mientras la guerra tomó unos de nuestros soldados, el resto de nosotros combatimos para una victoria de diversión.

Marcos “Mac” Cogo
Camyar “Iván” Matini

2 comments:

  1. Muchisimas gracias por todas sus entradas maravillosas. Disfrutamos realmente de todas sus entradas.
    Estamos contentos de que ustedes esten disfrutado. Porfavor disfruten cada momento de su viaje.
    Gracias a todos que pusieron este viaje maravilloso.

    Sheila y Mike

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  2. Muchisimas gracias por todas sus entradas maravillosas. Disfrutamos realmente de todas sus entradas.
    Estamos contentos de que ustedes esten disfrutado. Porfavor disfruten cada momento de su viaje.
    Gracias a todos que pusieron este viaje maravilloso.

    Sheila y mike

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